Papa León XIV: “La mejor manera de servir a la Santa Sede es procurar ser santos”
- Roger Pavon
- hace 6 días
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Por Victoria Cardiel
El Papa León XIV pidió a los cerca de 3.000 trabajadores de la Santa Sede, que además de cardenales, obispos y religiosos incluye a numerosos laicos, que procuren ser santos, al tiempo que aseguró que “la fecundidad de la Iglesia depende de la cruz de Cristo”.
“Toda la fecundidad de la Iglesia y de la Santa Sede depende de la cruz de Cristo. De lo contrario, es apariencia, si no algo peor”, señaló durante la Misa que presidió esta mañana en la Basílica de San Pedro del Vaticano, con motivo del Jubileo de la Santa Sede, uno de los actos previstos en el Año Santo 2025.
Para ahondar en esta idea citó al influyente teólogo suizo Hans Urs von Balthasar, que escribió: “Si ella [la Iglesia] es el árbol que sale del granito de mostaza, este árbol está a su vez destinado a llevar granos de mostaza; frutos, por tanto, que repiten la forma de la cruz, porque se deben a ella”.
El Pontífice dejó claro ante los empleados vaticanos —que se unieron a la peregrinación junto al Papa León XIV, atravesando la Puerta Santa como signo de renovación espiritual y comunión eclesial—, que “la mejor manera de servir a la Santa Sede es procurar ser santos, cada uno según su estado de vida y la tarea que se le ha confiado”.
En este sentido, puso el ejemplo de un sacerdote que “lleva una cruz pesada a causa de su ministerio, y sin embargo cada día va a la oficina y trata de hacer su trabajo lo mejor posible, con amor y con fe”. Según explicó, ese presbítero “participa y contribuye a la fecundidad de la Iglesia”.

El Santo Padre también citó como modelo de esta santidad a un padre o una madre de familia “que en casa vive una situación difícil —un hijo que da preocupaciones, un padre enfermo— y lleva adelante su trabajo con empeño”. Y agregó: “ese hombre y esa mujer son fecundos con la fecundidad de María y de la Iglesia”.
El Jubileo de la Santa Sede, tal y como hizo notar el Pontífice coincidió con la memoria litúrgica de María, Madre de la Iglesia.
“Esta feliz coincidencia es fuente de luz y de inspiración interior en el Espíritu Santo, que ayer, Pentecostés, se ha derramado en abundancia sobre el Pueblo de Dios”, aseguró.
León XIV reflexionó sobre el misterio de la Iglesia, y, por consiguiente, de la Santa Sede, a la luz del relato de la muerte de Jesús que hace el apóstol Juan, de los doce, el único presente en el Calvario, junto a la Virgen María.
Según el Evangelio, San Juan escuchó con sus propios oídos las últimas palabras del Maestro: “Mujer, aquí tienes a tu hijo”, y después, dirigiéndose a él: “Aquí tienes a tu madre”.
Para el Papa este fragmento evidencia cómo la maternidad de María, a través del misterio de la Cruz, “dio un salto impensable”.
“La Madre de Jesús se convirtió en la nueva Eva, porque el Hijo la asoció a su muerte redentora, fuente de vida nueva y eterna para todo ser humano que viene a este mundo”, explicó al constatar que el tema de la fecundidad está muy presente en esta liturgia.
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